Doce razones para escribir

escribirEscribo

Para entender el mundo y a mí misma.

Porque leo.

Para relacionarme con otras personas, que leen lo que escribo.

Para compartir lo que he aprendido.

Para distraer y distraerme.

Porque escribir es disruptivo: cuando todo te anima a consumir, tú te animas a crear.

Porque éste es mi propósito, mi oficio y mi legado.

Porque escribir es un acto individual de alcance colectivo.

Porque me obliga a argumentar.

Para poder hacer preguntas estrambóticas con la excusa de que me estoy documentando.

Para no olvidar a algunas personas que se fueron y algunos lugares que ya no existen.

Para sacar los fantasmas a pasear.

¿Cuáles son tus razones? ¿Por qué escribes? ¿O por qué no? Gracias por compartir tu experiencia en los comentarios.

Si quieres escribir pero no tienes tiempo, aquí te dejo este Curso de escritura para mujeres muy ocupadas. Te doy las gracias anticipadas por publicar tu reseña o a valorar el libro en Internet.  La mejor manera de apoyar a un autor/a es leer sus libros y hacerlos visibles.

La ilustración de este post es obra de Debbie Ohi.

 

 

Suscríbete y haz que tu talento sea más visible.

7 comentarios en “Doce razones para escribir”

  1. Escribo para tener el placer de inventar y vivir la vida de un montón de personajes que manejo como marionetas. Si con estos ingredientes y su historia soy capaz de emocionar, ya ni te cuento….‍♂️

  2. Sense ser el meu ofici em permet:

    – aprendre
    – descriure l’estat d’ànim, concret o imprecís, d’un «moment», oblidar l’escrit uns dies (en dic deixar-lo a la gelera), per reemprendre la reflexió, tot valorant possibles alternatives.
    – estructurar:pensaments, què dir a la persona amb la que hi ha una relació tensa d’ença un temps.
    – fer «net»
    – acomiadar-te.

    I fins aqui arribo avui. Continuare la cerca.

    Gràcies Neus. Una abraçada

  3. Neus,

    (Ya que lo pides)

    Escribo (para otros) cuando me piden que ayude a poner cosas en claro. Se trata entonces de una escritura instrumental. Deja de ser mía en cuanto ha cumplido su función, efímera en general.

    Escribo (cuando escribo) para ejercitar la concentración. A veces, como antídoto del ruido de tantas palabras sueltas sin relato que nos acosan por todas partes. Escribo entonces para combatir la fragmentación de mi conciencia. Para concretar. Para ponerme a prueba. Para encontrarme.

    Escribo (cuando escribo para mí) porque las palabras escritas no se las lleva el viento. Puede ser que cojan polvo en una libreta olvidada.

    Aunque, ¿tienen más riesgo de muerte las palabras digitales tal vez perdidas entre deneas de miles de documentos de un disco duro? Tendré que pensarlo. Pero, si fuera así, ¿cómo podría – amiga Neus – usar mi estilográfica para escribir en tu blog uno de esos comentarios que me inspiras?

    Escribo también (y aquí acabo) cuando Neus me provoca a escribir.

    Buena Pascua!

    1. «Palabras perdidas sin relato» es una imagen bonita. No pierdas las tuyas. Gracias, Ricard, por aceptar la invitación.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *