¿»Usuario» y «persona» son sinónimos?

En estos días asistimos a un cambio fundamental en la orientación de la Red. Las grandes plataformas empiezan a enseñar la patita. Google modifica su política de privacidad y hace públicas unas prácticas que intuíamos: cruzar nuestros datos personales con el fin de capturar nuestra identidad digital de forma más completa. Twitter anuncia la puesta en marcha de mecanismos de censura. Y Facebook, hasta ahora la plataforma más agresiva en términos de privacidad, ve el camino abierto para salir en breve a bolsa.

Las plataformas viven de minar nuestros datos personales. Google no es gratis: pagamos con nuestra información. Y el cruce de toda nuestra información -nuestros contactos, nuestras interacciones, el contenido de nuestros mails en gmail, ….- genera un perfil de usuario que se asemeja cada vez más a nuestra identidad completa. En palabras de Eric Schmidt, CEO de Google (2010): «Con tu permiso, obtendremos más información sobre ti y sobre tus contactos y mejoraremos la calidad de las búsquedas (…). Ni siquiera necesitamos que teclees. Sabemos donde estás. Sabemos dónde has estado. Y podemos saber más o menos lo que estás pensando».

De la necesidad de plantearnos cómo queremos que sean nuestra identidad y privacidad digitales hablé ya en la primera edición de Y tú, ¿qué marca eres?, publicada en 2006. En aquel momento estas cuestiones eran residuales: fascinados por las nuevas posibilidades, no vislumbrabamos siquiera que llevaban un coste asociado.  Celebro que estas cuestiones entren delleno en el debate social. Sin embargo, me continua pre-ocupando la deriva que estos temas críticos tomarán de la mano de una tecnología cada vez más ubicua, cuya misión es reducir a la persona a la categoría de usuario, de modo que la plataforma pueda procesar, interactuar y reconocer mejor nuestros patrones humanos.

¿Qué vamos a hacer? Por lo pronto, tomar conciencia de la tensión entre los beneficios en visibilidad y los costes en privacidad. Como escribió Nicholas Carr a propósito del modelo de negocio de Facebook: «El deseo de privacidad es fuerte, pero la vanidad lo es todavía más».

 

Suscríbete y haz que tu talento sea más visible.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *