¿Es lo mismo promocionar una persona que promocionar una pizza?

Una de las resistencias que más a menudo surge en mis  seminarios de Gestión de la Visibilidad tiene que ver con la aplicación de las técnicas de Marketing. ¿De verdad es lo mismo promocionar una persona que una pizza?

Mi opinión es que no es lo mismo, pero funciona igual. Me explico: Una persona no es un producto. Ni lo es ni lo será nunca, porque tiene atributos morales. Sin embargo, una persona opera en un mercado profesional.  Tú, yo, todos nos desenvolvemos en entornos profesionales, de competencia y de cooperación.  Estos entornos están saturados de mensajes, de “ruido”. La saturación nos pone delante el reto de ser visibles, porque sin visibilidad no hay venta. Como las lógicas de funcionamiento de los mercados son parecidas, podemos importar las técnicas estándar que el Marketing emplea para promocionar productos y utilizarlas para optimizar nuestra visibilidad.

El trasvase es más común de lo que a primera vista podríamos pensar. El New York Times publicó este verano un reportaje –Is Selling a President Any Different from Selling a Pizza? -que seguía la pista de los miembros del equipo de campaña online de Barack Obama. ¿A qué se dedican ahora que no hay campaña? ¿Es lo mismo «vender» un candidato que una pizza? (En la foto, uno de los miembros del equipo juega a ping-pong contra el presidente durante su visita a “la cueva”, el “zulo” donde el equipo on-line analizaba datos sin cesar).

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El Presidente Barack Obama juega a ping pong con Gaurav Shirole (AMG) en la sede de campaña en Chicago, Illinois, 11 de agosto de 2012. (Foto:Chris Diltz)

El reportaje explica cómo diversos miembros del equipo han fundado una empresa que se especializa en identificar en qué momento y a qué usuarios es necesario transmitir un mensaje comercial determinado. Esta empresa ha ofrecido sus servicios de inteligencia… a los casinos de Las Vegas.  Otros compañeros han hecho lo mismo, fundando otra empresa  con Eric Schmidt (presidente ejecutivo de Google) como inversor (ojo al dato, porque Schmidt no da puntada sin hilo).

El análisis de datos fue un punto fuerte durante la campaña de 2012, en la que Obama fue reelegido presidente: a base de acumular y diseccionar datos sobre los indecisos, sus estrategas pudieron afinar mejor la  inversión publicitaria. Uno de los responsables de campaña declaró que conocían a todos y cada uno de los votantes que necesitaban convencer. “Conocían” = sabían su nombre, dirección, raza, género y nivel de ingresos.  Con estos datos, podían elegir el formato más eficiente para pasar los spots electorales. (También podríamos hablar aquí de privacidad).

¿Traición a la causa? Las empresas que han fundado los ex analistas de Obama aplican los conocimientos y tecnología propios de la campaña a esfuerzos más mundanos para clientes menos épicos, cierto, pero con fondos suficientes para pagar los sustanciosos sueldos de estos analistas, antes de que Google y Facebook los fichen. Al aplicar en un entorno comercial las lecciones de la campaña, recorren el trayecto inverso: aplican a la pizza lo que aprendieron promocionando la persona. Aquí la pregunta es la contraria: ¿es lo mismo promocionar una pizza que un candidato?

Gracias anticipadas por comentar y compartir esta nota. Te dejo con mis próximas convocatorias:

Este viernes, La visibilidad y el liderazgo, en Barcelona.

24 y 25 de octubre, Congreso del Libro Electrónico, en Barbastro.

11 de Noviembre: Cómo se construye un relato promocional (Branded Content), en Barcelona.

PD: ¿Ya estás en mi Lista?

 

 

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4 comentarios en “¿Es lo mismo promocionar una persona que promocionar una pizza?”

  1. Ya en los años 60-70 Jacques Séguéla escribió un libro maravilloso sobre cómo vender a las personas basándose en las técnicas utilizadas por Hollywood. El libro es «Hollywood lava más blanco». En él se expone la Star-Strategie para vender personajes públicos. Os lo recomiendo para reflexionar sobre este tema tan apasionante. Podréis encontrar en él en qué se parece y en qué se diferencia la venta de un producto de la venta de una persona pública.SLDS

  2. Esta entrada para mí es una demostración de un tema al que no haces mucho dedicaste otra nota: quién es tu público ( http://www.neusarques.com/visibilidad-y-reputacion/veinte-preguntas-para-un-retrato-robot/)

    Los asesores de Obama sabían clarísimamente quién era su público y cómo se comportaba y eso les permitía tomar decisiones al respecto.

    Respecto a si es lo mismo promocionar una persona o una pizza pues seguramente en muchas cosas básicas sí, pero estoy convencida de que es más gratificante poner tu grano de arena para que llegue a la gente una idea que mejore el mundo que un casino. Aún así, todos tenemos derecho a ganarnos la vida como podamos.

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