Colgada del brazo de Un hombre de pago

-¿Qué haremos cuando nadie nos mire? -preguntó una de mis amigas al acabar la cena.

-Pues pagamos  -saltó otra, sin despeinarse siquiera.

-¿Y eso cómo se hace?

El silencio fue total.

Me di cuenta en esa cena y en ese momento preciso que tenía delante un problema (la invisibilidad) y una solución misteriosa (los acompañantes de pago) y me propuse recorrer el camino que iba de uno a otra. Escribí entonces una historia de soledad protagonizada por una dermatóloga en los cincuenta que contrata un gigoló porque está harta de que los hombres no la miren.

Hace exactamente diez años publiqué Un hombre de pago, mi primera novela.  A falta de agente y editor, la autoedité (mil ejemplares en papel, que era lo que se podía entonces) y emprendí mi propia campaña de visibilidad. Hoy celebro el décimo aniversario de esta epopeya privada con una gran noticia: la cesión de los derechos audiovisuales para la película.Un hombre de pago

Como si lo supiera, Amazon ha decidido sumarse a la fiesta y ha escogido la novela como uno de los títulos en promoción este mes, así que tienes el ebook por menos de un euro.

¿Cómo te cambia la vida pasarte diez años colgada del brazo de Un hombre de pago?  Porque han sido diez años  y la promoción de la novela merece ser contada.

-Mañana salgo en “La contra” de la Vanguardia… hablando de un libro mío… que trata de un gigoló.

Ya está: lo había soltado. En casa ya sabían lo que se avecinaba. Mi padre, que es un campeón, se limitó a responder:

-Felicidades. Me la comparé a primera hora y se lo diré a todos mis amigos.

Mayor vergüenza no pasé, aunque ocasión hubo. A los periodistas lo que en realidad les interesaba de mi novela era la clienta, esa señora que paga a un hombre para que se acueste con ella. Y como ese tipo de señoras son muy discretas, los periodistas decidieron que la autora misma les valía, como si yo fuera una especie de médium. En cinco entrevistas en televisión, casi veinte en radio y otras tantas en prensa me convertí –me convirtieron- en la experta nacional en gigolós.UHDP print media collage

La visibilidad fue la clave para aupar la novela, que cuenta con ocho ediciones en diversos formatos y que se  ha traducido al ruso y al portugués. Los lectores tejieron su propio diálogo y me comentaron sus impresiones. Todavía lo hacen –por suerte para mí: la última mención es de hace apenas unos días y viene de Brasil.

Algunos fueron más allá. Ellas me escribían para saber qué tenían que hacer para contratar, como Rosa, su hombre de pago.  O me contaban historias fallidas de amor. Ellos, en cambio, me contactaban como si yo fuese una headhunter especializada: buscaban trabajo como gigolós y creían que yo estaba en el negocio. Recuerdo perfectamente el señor que me envío la foto como si Un hombre de pago fuera un casting: iba desnudo, con unos calcetines blancos. Unas y otros dejaron en ocasiones su huella en los comentarios que lees en el blog oficial del libro, con el subtítulo preciso de “una novela en busca de lectores”. Allí, a lo largo de diez años, de 374 entradas y casi mil comentarios, se ha ido anotando la singladura que empezó con este post:

«A los 1095 días de conocerle dejé a Iván, el gigoló, en la última barra con la última clienta potencial y me emborraché de alivio. No era consciente entonces de que iniciaba otro proceso, igual de laborioso: la publicación. De este proceso y de su esperado final feliz hablo en este diario digital«.

Concebí Un hombre de pago como la primera entrega de una trilogía que se interroga sobre las mujeres hoy. Mientras atendía correos insólitos y entrevistas capciosas continué escribiendo, acompañada de algunos de los personajes, la segunda entrega: así nació Una mujer como tú.  Ahora trabajo en la tercera parte.

happy birthdayDiez años. Celebro este aniversario con una alegría íntima que hago pública en esta nota. Gracias a cada una de las personas que apoyaron y leyeron y nos trajeron, a Iván el gigoló y a mí, hasta aquí. Y se me ocurre replantear, como homenaje retro, la pregunta de entonces, que es la de siempre:

¿Pagarías porque te miraran?

Gracias por compartir tu opinión en los comentarios.

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13 comentarios en “Colgada del brazo de Un hombre de pago”

  1. Hola Neus,
    me alegra mucho este camino que van siguiendo tus obras.
    Yo he leído alguna de tus novelas, aparte del último libro sobre visibilidad, y tengo que decirte que son muy amenos, con personajes ricos y siempre me hacen sonreir.
    Es tan fácil leerte!

  2. Hola Neus,
    Felicitats per la peli!!!
    M’ha vingut de gust connectar la teva trilogia sobre la dona amb la novel·la que acabo de publicar: VET AQUÍ LA TEVA MARE, on plentejo el tema de la invisibilitat de les dones quan tornem a la feina després del permís maternal, i de la insensibilitat de moltes empreses i gerents envers les necessitats que tenim i que plantegem quan, un cop sent mares, tornem a l’àmbit laboral.
    M’interessa connectar la denúncia que faig en la novel·la amb altres veus que vagin en la mateixa línia: fer visibles les necessitats de les mares, en diferents moments, sobretot en el la reincorporació al treball després del permís maternal.
    I gràcies per parlar en femení, Neus, segeueix sent molt necessari.
    Laura

    Hola NEUS,
    Felicidades por la peli!
    Me apetece conectar tu trilogía sobre las mujeres con la novela que acabo de publicar, VET AQUÍ LA TEVA MARE, donde planteo el tema de lo invisibles que somos las mujeres tras el permiso de maternidad, y lo insensibles que son las empresas a nuestras necesidades.
    Me interesa conectar mi denuncia (que planteo en mi novela) con otras voces que chillen en la misma dirección: hacer visibles las necesidades de la madres, sobretodo en la vuelta al trabajo, después del permiso maternal.
    Y gracias por hablar en femenino, Neus. Sigue siendo necesario.
    Laura

  3. Felicidades Neus!!

    Muy atrevido el planteamiento. Me lo compro seguro y lo reenviaré a mis asociaciones femeninas.

    Penosa la reacción de hace diez años, a ver si la peli demuestra la evolución respecto a la igualdad y tratamiento de la sexualidad femenina en cuanto al consumo de sexo.

  4. Congrats Neus ¡¡ Voy hacer como la otra Carmen, comprar y leer. Pero – aun siendo atrevido, según como se lea – si pagaría por ser vista ¡¡
    No a nivel personal, si no profesionalmente hablando. Creo que todos pagamos para ser vistos, aunque la transacción no sea tan transparente.
    Se paga teniendo buena imagen ( hay horas de toilette….¡¡¡) horas de gimnasia social profesional, y también se paga en €€ por supuesto. ¿¿Quien no ha pagado aparecer en una web profesional?? …

    Pero antes de seguir , lo dicho , me compro el libro y me lo leo y luego te cuen….

    Un abrazo contertulias¡¡¡

  5. Hola Neus,

    Es una historia de lo más interesante, la de tu primera aventura literaria, ¿te has planteado crear una agencia de contratación? Al fin y al cabo, tienes clientela potencial y «mano de obra» 😉

    Bromas aparte, los humanos siempre hemos pagado, de una forma u otra, porque nos miren: ¿no es de eso de lo que viven las industrias de la moda y la cosmética, entre otras? Todo trata en el fondo de «estar en el mercado», de que nos quieran, de sentir que importamos. Bien que lo saben en el mundo del marketing… y en el de la prostitución.

    Me alegra saber de la cesión de derechos de tu novela al cine, que espero que se concrete pronto en un estreno en la pantalla.

    Un abrazo y mucha suerte,

    Gabriel

  6. Te felicito por este éxito, desde luego que no te ha venido de la noche a la mañana, ha sido un camino largo pero que ha valido la pena.
    Y para nosotros, «un ejemplo» vale más que mil palabras, en este caso el tuyo, tu visibilidad, y tu trabajo diario permitirán a Iván tomar forma en una pantalla.
    Sinceramente enhorabuena, gran muestra de un trabajo y un seguimiento muy bien hecho.

  7. Me encanta la pregunta….yo creo que todos queremos ser visibles, queridos, partícipes y reconocidos, y a todos nos ha dolido cuando nos han hecho sentir lo contrario de manera intencionada …

    Creo que todas hemos pagado alguna vez a través de renuncias o sacrificios para ser visibles en nuestro trabajo, pero en el ámbito familiar y de la amistad somos protagonistas y dueñas de nuestra visibilidad con quien queremos, y no debería haber nunca pago alguno.

    molta sort y moltes gràcies
    Marisa

  8. Yo te he descubierto tarde, aunque creo que ha sido en el momento justo para mí. Gracias a ti, entre otros, me estoy aficionando a esto del marketing, de las relaciones sociales y de la visibilidad porque cuando empecé mi formación los textos que tenía que trabajar eran (son), a veces, infumables. Estoy totalmente de acuerdo con Anna Codina: a ti es tan fácil leerte! Y se agradece tanto!
    Me voy a comprar esta novela y sé ya que me va a encantar.
    Gracias por conseguir que no abandone.

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