Marca personal: Y tú, ¿qué marca eres?

«El self-branding o Personal Brand Building sostiene que las personas somos equiparables a las marcas en tanto que poseemos valores y atributos. El éxito profesional pasa pues por entender y desarrollar nuestra “marca personal”».

Así comenzaba la newsletter titulada Y tú ¿qué marca eres? que envié el 31 de mayo del 2002 a los suscriptores de nuestra empresa.

Han pasado 15 años, que se dice pronto. ¿Dónde estamos ahora en relación a lo que escribí entonces?

Para empezar, se ha fijado una terminología. Hablamos de “marca personal” o “Personal Branding”. Otro tema es que estemos de acuerdo en el significado.

marca personalEn 2002, William Arruda ya hablaba de las ventajas de construir y comunicar la propia marca:

  • Entendernos mejor a nosotros mismos;
  • Aumentar nuestra visibilidad;
  • Diferenciarnos;
  • Mejorar nuestra retribución;
  • Sobrevivir en tiempos de crisis económica;
  • Adentrarnos en nuevas áreas de negocio;
  • Acceder a trabajos mejores y más interesantes.

El tiempo le ha dado la razón. Todos esos objetivos son hoy todavía más presentes. El mercado laboral nos pide autoconocimiento y  visibilidad –si no nos ven, no nos contratan.  Debemos tomar las riendas de nuestra carrera en un momento en que la automatización del mercado cobra fuerza y desaparece –yo creo que para siempre – el pleno empleo.

En 2002, la literatura sobre marca personal se iniciaba en inglés de la mano de Tom Peters y su Brand You 50. En España se publicó mi libro Y tú, ¿qué marca eres?, que arrancaba precisamente del título de esa newsletter. Hoy por suerte son muchos los colegas que están aportando su reflexión sobre la materia, con enfoques diversos. Tenemos ocasión de encontrarnos, aprender y debatir en el Personal Branding Lab Day.

Y eso me lleva a mirar al futuro.

Estamos inmersos en una cultura bipolar: en un lado, el individuo es el centro. En el otro, surgen fuertes derivas populistas.  ¿Qué podemos hacer? Creo que todos tenemos una marca personal. De cada uno de nosotros depende el peso moral de esa marca. Cada uno elige cómo desde sus valores (que son la base de todo ejercicio de Personal Branding) contribuye al valor de todos.

Rescato una idea que puede ayudarnos a ver la marca personal como un activo relevante: el propósito. Es hora de dejar atrás el “porque yo lo valgo” y pasar a “mi valor para todos”. Aquí lo dejo. En 15 años volvemos y lo revisamos.

Gracias por comentar y compartir. Si quieres descubrir y/o afianzar tu propia marca, puedes descargarte tu cuaderno con los ejercicios o podemos armarla juntos en una sesión privada.

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