La visibilidad y las empanadas

visibilidadEste verano realicé un experimento casero para comprobar hasta qué punto la visibilidad es un factor determinante a la hora de que compren nuestros productos.

Durante las fiestas del barrio ayudo en el bar de mi calle, donde puedes adquirir unas estupendas empanadas. Se me ocurrió estudiar sobre el terreno qué factores incidían en la compra de empanadas. Lo que descubrí es un resumen contundente sobre los efectos de la visibilidad a la hora de comercializar o promocionar tus productos o servicios.

Las empanadas

En la calle vendemos empanadas de carne, pollo o atún, que se muestran en un display de tres pisos. A lo largo de la semana que duran las fiestas, me dediqué a modificar el orden de las empanadas en el display: cada día colocaba en la parte superior un sabor diferente. Quería estudiar si la empanada más visible era también la que más adquirían los visitantes.

Efectivamente: siempre se terminaban antes las empanadas situadas en el piso superior del display, con independencia de cuál fuera su sabor.  La gente las pedía más porque las veía más.

Se confirma que lo más visible atrae más. Esto me lleva a corroborar mi consejo: “Lo más importante va antes”. Cuando elabores una propuesta o promuevas un producto, necesitas colocar en el lugar más destacado la información, el argumento o el contenido que quieres que tu cliente o consumidor vea.

Motivaciones de compra

Ésta sin embargo no fue la única conclusión de mi experimento. Si bien las personas pedían las empanadas más visibles, existían otras motivaciones de compra a tener en cuenta.  Identifiqué tres tipos de compradores:

  • El comprador con una intención prestablecida: “Quiero empanada de pollo porque son las que me gustan”. Este comprador se rige por su criterio personal, más allá de la oferta visible. Sabe de antemano qué va a comprar y la visibilidad será un factor secundario en su decisión.
  • El comprador con una restricción prestablecida: “No como carne”. Este comprador escogía necesariamente la empanada de atún, fuese cual fuese su posición en el display, porque en aquel momento y en aquel bar no tenía opciones alternativas.
  • El comprador indeciso: “¿Qué empanada me recomiendas?” Ese comprador traslada su decisión de compra al otro –a la camarera, sus compañeros de grupo…. Para llegar a él, hay que recorrer a la prescripción.

Mi experimento casero es trasladable a otros ámbitos. Las tres conclusiones aprendidas de las empanadas que podemos aplicar a un plan de visibilidad son:

  • “Lo más importante se ve antes”: Destaca en tu proyecto o propuesta la información que más te interese transmitir.
  • La visibilidad no es ajena al perfil del cliente. Los clientes ven la oferta teniendo en cuenta su propia intención o restricción.
  • La recomendación es la respuesta que anima a un cliente indeciso a concretar su decisión de compra.

Gracias por comentar y compartir esta nota en los comentarios.

PD: La sabrosa imagen que ilustra este post procede de este pin.

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4 comentarios en “La visibilidad y las empanadas”

  1. Me ha encantado el post, y me encanta la idea de que de cada experiencia, incluida la venta de empanadillas, podemos sacar enseñanzas que llevar a nuestro terreno.

    1. Tomas: primero observe a sus clientes. Identifique en qué tipo se inscriben y tenga en cuenta dicha tipología a la hora de confeccionar su plan. Saludos cordiales

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